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Los costosos esfuerzos para la reinserción escolar y enfrentar la exclusión de alumnos

Directora ejecutiva de Fundación Súmate, Paula Montes, dice que “queremos emplazar a las autoridades” por la falta de financiamiento a la escasa oferta de reingreso educativo.

Diversas voces advierten que es preocupante que, transcurridos dos años del retorno general a las aulas desde la pandemia, en 2022, la asistencia a clases aún no se regularice.

El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, fijó a inicios de año que la meta de 2024 es recuperar el 90% de asistencia promedio que había en 2018, ya que en 2022 fue de 83,6%, y en 2023 aumentó a 84,9%.

No obstante, profesores de distintas zonas del país advirtieron de una baja participación durante el primer semestre, de la mano de los diferentes episodios climáticos y problemas por violencia estudiantil.

Reflejo de aquello es que más de 670 mil alumnos presentan inasistencia grave, lo que aumenta el riesgo de que dejen de asistir a las escuelas y finalmente queden excluidos del sistema escolar. Alrededor de 50 mil escolares salen del sistema cada año.

Cuatro veces más caro

La Fundación Súmate del Hogar de Cristo, que cuenta con aulas de reingreso y asesora a quienes las instalan, hizo ver el tema en una carta al director de “El Mercurio” el domingo, en la cual advirtió sobre el fenómeno de la exclusión escolar y el peligro de que los menores luego sean reclutados por bandas delictivas.

En la carta, los directores ejecutivos de Súmate, Paula Montes y Juan Cristóbal Romero, apuntan a la efectividad de la educación para el combate a la delincuencia juvenil. De hecho, aseguran que el Presidente Gabriel Boric pudo constatar aquello en países como Suecia durante su gira en Europa.

Montes advierte que incluso en los colegios de reingreso de la fundación tienen una cifra de asistencia baja, del 57%.

En ese sentido, la académica plantea que existen pocas iniciativas creadas por el Consejo Nacional de Educación (CNED), pero no tiene financiamiento. Esta modalidad fue creada, pero no financiada, por lo que quienes entregamos educación bajo la modalidad de reingreso no tenemos financiamiento específico ni adecuado, es insuficiente”.

La académica detalla que la subvención estatal “es del orden del 1 a 4; si recibo por subvenciones del Estado del orden de $100 mil mensuales por niño, el reingreso cuesta cerca de $400 mil mensuales. Cuesta más, porque es educación, pero también reparación de derecho vulnerado. Es reparar la autoestima y el daño socioemocional”.

Montes dice que “queremos emplazar a las autoridades, porque el proyecto de ley que le da financiamiento a la modalidad de reingreso existe, está en la comisión de Hacienda del Senado. Tiene que mejorarse, pero para eso se requiere que el Ejecutivo le dé urgencia a ese proyecto, porque si no, no se va a mover”.

Hoy existen escuelas de reingreso, como las de Súmate, y aulas de reingreso del Ministerio de Educación (Mineduc), en las que también apoyó la fundación.

Según Montes, “un aula de reingreso está diseñada para la deserción temprana, debiera ser un mecanismo de transición”.

Sin embargo, cuando un estudiante lleva más tiempo fuera del sistema, apunta a que “quizás en ese caso es mejor una escuela de reingreso, con todo el aparataje orientado en reparar la exclusión profunda”.

Rebeca Molina, directora ejecutiva de Fundación Presente, enfatiza sobre ese trato especial que requieren los jóvenes que se están reincorporando al sistema: “Cuando un estudiante sale del sistema y luego vuelve a lo mismo, con la misma relación profesor-alumno, horarios, lo que siente es volver al rechazo y exclusión que sintió en ese momento. Entonces, requieren ser recibidos de una manera diferente”.

Molina plantea que en las escuelas de reingreso de Súmate “eso se logra con creces, hemos hablado con jóvenes de la fundación y lo que encuentran ahí no se ve en otros lugares. Es alucinante y es una pena que el financiamiento que sustenta ese tipo de educación no cuente con ingresos suficientes”.

Verónica Cabezas, directora ejecutiva de Elige Educar, apunta a que “no es una modalidad que esté reconocida en nuestros país, se podría decir, y al no tener una subvención, el primer paso es visibilizar esta modalidad de reingreso, que debiera existir en su justa medida para los jóvenes que fueron excluidos por diversas razones”.

El Mineduc abrió recientemente el Fondo de Reactivación Educativa, que dispone de recursos para que los sostenedores contraten equipos territoriales de asistencia y revinculación, y así puedan contar con al menos un profesional con jornada completa para lograr atraer a los estudiantes ausentes.

También se entregarán recursos para actividades extraprogramáticas “que faciliten y apoyen la revinculación y la mejora de la asistencia de estudiantes, y para implementar aulas de reingreso en las comunas”, según se lee en su descripción.

“Alto nivel de ausentismo”

En paralelo, alcaldes también han advertido sobre la ausencia escolar en sus comunas, y tras conocerse las cifras de inasistencia grave, la Asociación de Asociación de Municipalidades de Chile Municipalidades de Chile (AMUCH) pide “cambios urgentes” al Sistema de Admisión Escolar (SAE), ya que plantean que desincentiva la participación de los alumnos.

A juicio del alcalde de Zapallar y presidente de AMUCH, Gustavo Alessandri, en regiones el SAE “provocó un alto nivel de ausentismo dadas las distancias y falta de movilización entre comunas. A modo de ejemplo, en Zapallar hay alumnos que quedaron en colegios de La Ligua y alumnos de La Ligua que quedaron en colegios de Zapallar, una apología a lo absurdo”.

 

Fuente: https://www.emol.com/noticias/Nacional/2024/06/25/1134668/reinsercion-escolar-costos-exclusion-alumnos.html

 

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