Tras el informe realizado por Naciones Unidas, donde se indica que Chile se encuentra entre los 10 países que más han gastado en asuntos de desastres naturales durante los últimos 20 años, la Asociación de Municipalidades de Chile (AMUCH) realizó el tercer informe de gestión del riesgo a nivel municipal. En esta oportunidad, se actualizaron los datos dados a conocer en los informes del 2014 y del 2017, entregando un diagnóstico de la realidad nacional actual frente a este tipo de asuntos.

En un estudio donde se analizaron 279 municipalidades, correspondientes al 80,9% del total nacional, se identificó que el 60,9% de las Municipalidades cuenta con institucionalización en materia de gestión de riesgo y desastres; el 38,7% no la tiene y el 0,4% está en desarrollo. Eso habla de la preparación y la conciencia adquirida en la cultura chilena, ante este tipo de sucesos que golpean con frecuencia el territorio nacional.

Valentín Valdés, investigador AMUCH, se refirió sobre la distinción entre los dos primeros estudios y el último, manifestando que “las grandes diferencias entre los informes anteriores y éste es que los primeros intentaron medir la infraestructura municipal respecto a qué tan preparados están para enfrentar desastres, es decir si cuentan con albergues, con teléfonos satelitales, etc. En cambio el último informe se presentó a nivel de procesos, si los municipios cuentan con instituciones preparadas para poder desenvolverse ante estos sucesos”.

Otro de los puntos a destacar dentro del estudio es que el 54% de los municipios observados, cuentan con un presupuesto exclusivo enfocados a planes de reducción y gestión de emergencias o desastres. Esa realidad se condice con la urbanidad del municipio, en cuanto más rural la comuna, más se reduce el presupuesto en este punto.

Entre las principales conclusiones de AMUCH, se establece que la labor municipal es fundamental a la hora de la prevención y acción en relación a la gestión del riesgo, ya que son la autoridad más cercana a las personas y cuentan, en su mayoría, con políticas en relación a desastres. Por otra parte, para contar con una óptima gestión es fundamental una buena institucionalización para fortalecer este punto.